Literaria
Jóvenes del siglo veinte,
que así abandonáis los pueblos,
no los desmenoreis tanto
que aquí vivieron tus padres y tus abuelos.

Hablas mal del pueblo,
cosa que nunca he tolerado,
lo que tú aborreces
yo nunca podré olvidarlo.

En mi infancia oía frases,
de que no estabas en el mapa,
de viejo oigo otras,
que no me atrevo a nombrarlas.

No vaís a misa ni al rosario,
ni rezáis una oración,
no sé que fin será el vuestro
si no cambiáis de opinión.

Se oyen frases que dicen,
puedo hacer lo que quiera
porque estamos en democracia,
pero hacer cosas malas
no tiene ninguna gracia.

No pensáis más que en discotecas,
juegos y bailes sin fin,
cambiáis el día por la noche
yo creo por ese camino
no vais a tener buen fin.

De noche andas de juerga,
quitando el sueño a los vecinos,
por el día te acuestas
y te quejas que hacen ruido.

A la clara luz del día
es cuando se ven las cosas,
las que hagas por la noche
no han de ser muy honrosas.

Decís que somos atrasados,
eso no lo podemos negar,
pero la sabiduría vuestra
sabe Dios donde llegará.

A los jóvenes de ahora
le voy a dar mi opinión,
ni se separen ni se divorcien,
si quieren disfrutar de una buena posición.

Que formen una familia,
orgullo de la sociedad,
esta vida es muy breve
y la hay que aprovechar.

Si piensas de mejorar
a base de cambiar de mujeres,
os aconsejo que reflexionéis
que os podéis engañar.

Luego, si os casáis por lo civil,
decís que por la Iglesia es atrasado,
pero el que claro ve las cosas
también ve el resultado.

A los dos o tres años,
pedís la separación,
abandonáis la mujer y los hijos
sin ninguna condición.

Por eso yo te aconsejo
que no tengas más que una,
pues el tener varias
no es valentía ninguna.

Repito, tener muchas mujeres
no es valentía ninguna,
la valentía más grande
seria tener solo una.

Erase una vez dos hermanos
que le murió la madre
y en esa situación
alguno tenía que casarse.

El jóven le dijo al mayor
que tenía que casarse,
que trajera una mujer
que hiciera la comida,cosiera y planchase.

El mayor le dijo al joven
que el no podía casarse,
se consideraba tan macho
que no había mujer que lo aguantase.

Al final se casó y antes de un año
a su hermano este consejo le daba:
Hermano no necesitas casarte
tenemos para los dos y aún nos sobra una parte.

A los jovenes del siglo XX

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