Biografía
Se recupera muy bien y en 2003 tiene una
mejoría insospechada y poco común. De aquella
imposible sujetar a Pepe; vuelta a los madrugones,
a las 12 de horas de taller con apenas siesta sobre
un duro escano (banco), si acaso claudicación
vital cada cierto tiempo y 24 de horas de cama
para recuperarse.
Ese año se dedicó a hacer unos recuerdos para
el vía crucis que se organiza el Miércoles de
Semana Santa por la tarde, en la carretera de la
sierra desde el año 2000, y que fueron repartidos
a los asistentes. Los domingos siempre respetó de
una manera judaica el descanso dominical. Leía
por la mañana la Biblia que le trajo Rosa de León
hacía más de 20 años, y en la cual estudió
infinidad de temas bíblicos y evangélicos, pero ya
en sus últimos años pagaba los excesos de trabajo
de toda la semana y se quedaba dormido. Fue un
hombre muy religioso, en la última etapa de su
vida ( en la jubilación ) de misa diaria, rezaba
rosarios, también vía crucis, con los vecinos en la
iglesia del pueblo, también si había algún difunto.
Año 2004, la mejoría aunque extraordinaria
llegó a su final, en las navidades primeros fallos
de Pepe, no se pudieron celebrar en pie todas las
festividades y el 26 de enero vuelta al Hospital
Comarcal de O Barco de Valdeorras, pero esta vez
no hay mejoría e interés en la familia en que se
intervenga lo menos posible y que vuelva pronto a
Lamalonga, lo hace a principios de febrero. Ya
Pepe apenas puede trabajar en el taller - aunque
lo intenta; María tiene que terminar de barnizar
los regalos para el vía crucis de ese año. Durante
ese mes, febrero, Pepe tiene dos trabajos que
quiere dejar terminados a toda costa antes de
morir: Colocar las ventanas Velux en la pajar-
museo (palleira) para tener luz, no llegó a verlas
colocadas ya que sus escasas fuerzas no le
permitieron hacer el trayecto tan siquiera en
coche, y distribuir entre el personal del
ayuntamiento los 800 ejemplares del librito de
RECUERDO DEL VIA CRUCIS DE LA SIERRA,
lo hizo a través de los carteros y no quiso esperar
a repartirlo el día del vía crucis como le sugerían
algunos ya que él presentía que su final podía
llegar antes. Pepe quería morir en su casa y se
cumplió su deseo. El final, su adiós a la tierra que
tanto quiso y amó, llegó el 29 de marzo de 2004.
Colocación final en el ataúd hecho hace
muchos años por sus propias manos con
bajorrelieves y textos: " Señor ten piedad. No
lloréis por mi, me voy con el Padre al cielo y allí
os espero".
Pepe fue siempre un gran trabajador, por
vocación y convicción, en todas las actividades
ejercidas a lo largo de su vida: Labrador, herrero,
carpintero, cantero, minero, albañil, escultor,...
Siempre dijo que " he nacido para trabajar y si
paro de trabajar me muero", lo cumplió. Trabajó
prácticamente casi hasta el final de su vida y
desde su jubilación por amor al arte, por el gusto
de hacerlo, decía: "ya me paga el estado". Casi no
se puede creer que, un hombre menudo como era
él, haya conservado tanta vitalidad hasta edad tan
tardía (87 años) habiendo tenido una vida dura y
realizado tantos esfuerzos físicos. Un vecino,
Don José Anta Jares que le conocía bien, le
dedicó esta despedida:
"Pepe, buen amigo, disfruta ahora el gozo y el
bien merecido descanso en tu eterna morada
con el Padre. Tus amigos y vecinos te seguimos
queriendo". Añadimos, "y recordando".
Ni aquí ni allá, Pepe siempre estuvo en el cielo
del interior del corazón, donde Dios no deja nunca
de estar y de ser, pero con su impetuosidad a veces
lo olvidaba. Reciba allí gloria y honor.
Etapa final (2)